La eficiencia energética es la opción más efectiva para las empresas ante las necesidades de ahorro en costes operativos y de sostenibilidad en sus procesos. Podemos definir este concepto como el resultado de implementar una serie de medidas enfocadas en hacer más razonable la relación entre la cantidad de energía demandada y -en el caso de las empresas- la cantidad de productos y servicios obtenidos a partir de su uso. Ahora bien, ¿es posible mejorar la eficiencia energética en empresas sin afectar la productividad de las mismas ni la calidad de vida de los usuarios? ¡Claro que sí! Para ello, te ofrecemos algunas ideas:

Auditar las operaciones, un paso importante para mejorar la eficiencia energética en empresas

Dependiendo de la magnitud de la compañía y de sus procesos, una auditoría de la eficiencia energética puede ser un punto de partida muy conveniente. Esta evaluación exhaustiva proporciona indicadores de referencia que fundamenten la introducción de mejoras por parte de la empresa. En esta misma línea, la auditoría puede identificar otras oportunidades de mejora. 

A los efectos, es conveniente contratar una empresa de servicios energéticos (ESE) acreditada y con experiencia en auditorías de eficiencia, como Econiza. Sus especialistas pueden aportar criterios para identificar los ámbitos de mejora de la eficiencia, así como un plan de acción preciso y una metodología para medir los avances. 

En general, una auditoría energética comienza con un análisis del historial de consumo energético y la eficiencia de los equipos que funcionan con electricidad o combustibles fósiles.  Aparte de eso, los especialistas contabilizan los costes que generan dichas unidades y analizan sus características operativas. Ciertamente, la auditoría por sí sola no produce eficiencia energética en empresas, pero las medidas derivadas del estudio pueden tener una influencia determinante en su consumo energético y en la operatividad en general.

Optimizar las dimensiones de los activos y procesos industriales 

Como resultado de la auditoría energética sugerida arriba, una primera medida, sencilla y de pronta implementación puede ser optimizar el modo de funcionamiento de los activos y procesos. En este sentido, de acuerdo con el sector al que pertenezca una empresa, sus características y modelo de negocio, estas acciones pueden ser diversas: 

• Proporcionar conectividad a los activos físicos. 
• Disponer sistemas inteligentes de gestión energética en edificios. 
• Digitalizar procesos y almacenar datos en la nube. 
• Emplear intercambiadores de calor eficientes y proporcionarles mantenimiento periódico. 
• Cambiar las calderas de gas por bombas de calor.
• Incorporar vehículos eléctricos a las flotas de transporte, etc. 

Contrata la potencia adecuada al tamaño de tu negocio

Precisamente, reducir el consumo energético debería ir a la par de contratar con tu comercializadora de electricidad la potencia adecuada al tamaño, sector y procesos de tu negocio. Al respecto, revisaremos los tres criterios básicos en el contexto español:

• Empresas pequeñas. El consumo de los pequeños negocios no suele ser muy distinto al de un hogar promedio. Es decir, no necesitan más de 10 kWh, por lo que pueden contratar la tarifa 2.0, la más económica en el mercado. Un comercio modesto o la oficina de un autónomo son buenos ejemplos.  
• Medianas empresas. Estas compañías pueden requerir una potencia de hasta 15 kWh para el funcionamiento de los equipos eléctricos necesarios para sus procesos y actividades administrativas. En este caso, la opción que ayuda a lograr la eficiencia energética en empresas de estas dimensiones es contratar la tarifa 2.1.
• Grandes empresas e industrias. Estas organizaciones entran en la categoría de grandes consumidores porque sus requerimientos operativos exigen una potencia superior a los 15 kWh y un suministro continuo. Por lo tanto, estas empresas contratan la tarifa 3.0, que incluye la instalación de un maxímetro, un dispositivo que evita las interrupciones del servicio por superar la potencia contratada.

Aislamiento térmico y equipos eficientes, críticos para mejorar la eficiencia energética en empresas 

Sin duda, un buen aislamiento térmico es determinante para mantener la cantidad de calor y frío necesarios para obtener condiciones de confort térmico. Mejorar el aislamiento de las instalaciones de tu empresa puede requerir la evaluación y consecuente reforzamiento de elementos constructivos como techo o cubierta, ventanas, puertas, fachada, etc. Asimismo, es recomendable aislar las tuberías de distribución con el objetivo de reducir pérdidas térmicas que resultan en una mayor demanda de energía. 

Más aún, es indispensable sustituir las luminarias incandescentes por las de tecnología LED, que son más eficientes. Aparte de esto, puedes aprovechar al máximo la luz diurna y pintar las paredes de tu oficina con colores claros. Asegúrate que el personal de mantenimiento, sea propio o externalizado, limpie los cristales de las ventanas y las luminarias con frecuencia. Incluso, es conveniente instalar sistemas de regulación de intensidad lumínica. Por increíble que parezca, la iluminación concentra más del 50% del monto de la factura de electricidad en locales comerciales y cerca del 10% en las industrias. Tal estadística demuestra lo crítico que es este aspecto para mejorar la eficiencia energética en empresas.

En cuanto sea posible, renueva el parque de equipos como refrigeradores o sistemas de climatización con unidades certificadas de alta eficiencia (A,B o C). Verifica que estos tengan la etiqueta con la clasificación más reciente aprobada por la Unión Europea.

A propósito de los sistemas de climatización, es imprescindible ajustar los termostatos de estos entre 23ºC y 25ºC, en verano  y entre 21ºC y 23ºC en invierno. Por si no lo sabías, está más que demostrado que por cada grado que subas o bajes la temperatura en estos dispositivos tu consumo de electricidad puede aumentar hasta un 7%. Por último, es indispensable mantener cerradas las puertas y ventanas mientras los sistemas de climatización estén funcionando.

El autoconsumo es una excelente medida para mejorar la eficiencia energética en empresas

En la actualidad, el autoconsumo solar para empresas está expandiéndose como alternativa para reducir los costes energéticos en muchos sectores productivos. En 2023, el autoconsumo industrial sumó 1.020 MW más de potencia instalada en nuestro país, lo que demuestra la consolidación del mercado fotovoltaico en España.  

En definitiva, el autoconsumo fotovoltaico reduce la dependencia de la red eléctrica, generando ahorros significativos, que pueden representar hasta el 70% en el monto de las facturas de energía de tu empresa. Por si fuera poco, contribuye a disminuir el impacto de la inestabilidad de los precios de la electricidad en el mercado energético. 

Si estás considerando la incorporación de una instalación fotovoltaica en la cubierta de tu nave industrial o terraza de edificio de oficinas, podemos ayudarte. En Econiza somos expertos en el diseño e instalación de estos sistemas. Ofrecemos un servicio integral que abarca desde el estudio solar técnico-económico, todos los trámites de legalización y de incentivos fiscales, hasta la instalación propiamente dicha.

Trabajamos solo con paneles solares, inversores y otros componentes de las marcas más reconocidas del mercado. Es más, puedes tener tu instalación fotovoltaica sin inversión inicial, mediante un contrato de compraventa de energía (PPA), pagando solo por la energía que consumes del sistema a un coste inferior al del mercado. Estos contratos tienen una duración media de 10 años, al cabo de los cuales, la instalación pasa a ser de tu propiedad. ¡Y no pagarás más por la electricidad que genera!

¿A qué esperas? ¡Contáctanos y comprueba la capacidad del autoconsumo fotovoltaico para mejorar la eficiencia energética en empresas!