Certificados medioambientales: ¿qué son y qué tipos hay?

Certificados medioambientales: ¿qué son y qué tipos hay?

Al día de hoy, la conciencia sobre los retos ambientales y la conservación del planeta está incrementándose. Temas como la sostenibilidad y las iniciativas de responsabilidad social para proteger el entorno son prioritarios en muchas empresas. En este sentido, los certificados medioambientales son un recurso efectivo de evaluación y promoción de prácticas alineadas con la conservación del entorno. 

En este post, explicaremos qué son los certificados medioambientales y describiremos brevemente parte de los más relevantes.

¿Qué son los certificados medioambientales y cómo se clasifican?

En esencia, los certificados medioambientales son acreditaciones que recibe un producto, servicio, proceso o empresa y que certifican su cumplimiento con determinados estándares predefinidos en el marco de este ámbito. Los referidos estándares varían de acuerdo al tipo de certificación y su enfoque está puesto en diversos aspectos: gestión de recursos naturales, reducción de emisiones, eficiencia energética, disminución de residuos y respeto por la biodiversidad.

A continuación, mencionaremos los tipos de certificación ambiental más relevantes, basados en la clasificación de la reconocida certificadora AENOR. Por razones de espacio no abordaremos las acreditaciones para el sector forestal. 

Gestión Ambiental Global el primero entre los tipos de certificados medioambientales

Por su particular relevancia, en este grupo de certificaciones destacan dos:

ISO 14001

Implementar un Sistema de Gestión Ambiental alineado con la no​rma UNE-EN ISO ​14001 permite a las empresas sistematizar con facilidad los aspectos medioambientales generados en cada uno de sus procesos. Asimismo, ayuda a promover la protección ambiental y la prevención de la contaminación con un enfoque basado en el equilibrio con los aspectos socioeconómicos.

Con la puesta en práctica de un Sistema de Gestión Ambiental ajustado a la norma internacional ISO 14001, una organización puede posicionarse como socialmente responsable. De este modo, podrá diferenciarse de su competencia y reforzar positivamente su imagen ante clientes y consumidores.

Entre otras ventajas implementar este sistema generará:

  • La optimización de la gestión de recursos y residuos
  • Una significativa reducción de los impactos ambientales negativos derivados de la actividad.
  • La disminución de riesgos asociados a situaciones accidentales.

Asimismo, la implementación de este esquema también permitirá a la empresa: 

  • Impulsar la innovación y la productividad.
  • Reducir costes en la gestión de residuos o primas de seguros.
  • Superar barreras a la exportación. 
  • Disminuir el riesgo de litigios y sanciones. 
  • Facilitar el acceso a subvenciones y otras líneas de financiación preferentes.
  • Disminuir los riesgos laborales y motivar al personal.

EMAS​ Reglamento CE 1221/2009

El Reglamento europeo EMAS consiste en un esquema de gestión y auditoría ambientales adaptable a organizaciones de cualquier sector y actividad en todo el mundo. Tiene fundamento en la norma ISO 14001, pero plantea requisitos particulares que lo convierten en un modelo de excelencia entre los certificados medioambientales.

Aparte de las ventajas que aporta la implementación del sistema de gestión ambiental ISO 14001, el Reglamento EMAS permite a las organizaciones impulsar el desarrollo de una Economía Circular. Esto se debe a que la aplicación de dicho esquema:

  • Obliga a fijar indicadores de comportamiento ambiental que permitan el análisis y medición rigurosa del uso eficiente de los recursos, enfocados en el ciclo de vida y en los riesgos eventuales.
  • Asegura el cumplimiento legal actual y se anticipa a la aprobación de nuevos requisitos ambientales.
  • Exige la participación de los empleados. 

Por último, esta Declaración Ambiental, validada por un verificador independiente y acreditado, pasa a ser un instrumento de comunicación eficaz que apoya la puesta en  valor del esfuerzo invertido en la implantación del sistema de gestión ambiental. Incluso, representa un ejercicio de transparencia que reconocerán todas las partes interesadas y las administraciones públicas.

En paralelo, la certificación obliga a la empresa a innovar. Porque al implantar la mejora continua, la organización debe plantearse nuevos objetivos de reducción de consumos, optimización de procesos, uso de materiales menos contaminantes, etc.

Certificados medioambientales en economía circular

Como economía circular entenderemos un modelo de producción y consumo innovador y sostenible en el tiempo, que promueve la optimización de recursos, la reducción en el consumo de materias primas y el aprovechamiento de los residuos. Al reciclar o darles un nuevo uso a estos últimos, es posible convertirlos en nuevos productos. En síntesis, el objetivo de este enfoque es sacar el máximo provecho de los recursos materiales disponibles y extender el ciclo de vida de los productos. 

Desde esta perspectiva, las certificaciones enfocadas en la economía circular reconocen los esfuerzos de las empresas en los aspectos de prevención e innovación y de gestión de los recursos. Las más destacadas son:

  • Certificación OCS (Operation Clean Sweep®), que respalda la iniciativa de la industria de los plásticos a nivel mundial para reducir eventuales escapes de microplásticos primarios al medioambiente, ya sea en forma de granza, escamas o resina en polvo. Las medidas para lograr la acreditación incluyen la identificación de puntos críticos de potenciales vertidos e implantar acciones para reducir esos riesgos.
  • Certificación Residuo Cero. Este acredita a las organizaciones que valoran sus fracciones de residuos y logran darles utilidad, evitando su envío al vertedero.
  • Certificación Desperdicio Alimentario Cero. Esta acreditación reconoce los esfuerzos de organizaciones involucradas en la cadena agroalimentaria por lograr una correcta gestión preventiva y la valorización de los excedentes de alimentos que no es posible destinar al consumo humano, evitando que terminen en los vertederos.
  • Declaración ambiental de producto​ conforme a la Norma Internacional ISO 14025. Este tipo de certificaciones medioambientales confieren a las empresas un perfil ambiental sólido, transparente, comparable y verificable por terceros. De este modo, sus productos destacan por su respeto al entorno, teniendo en cuenta la información del ciclo de vida (ACV) aportada. Tales datos se ajustan a normas internacionales e información cuantificada.

Cambio climático

Las más importantes certificaciones ambientales en esta área son:

  • Huella de carbono de organización y eventos de acuerdo a la ISO 14064. Básicamente, la huella de carbono es un indicador para cuantificar, evaluar y comunicar el efecto de determinados productos, servicios y organizaciones en el cambio climático. Entonces, el propósito de la verificación basada en la norma ISO 14064 es garantizar, mediante valoración independiente, que la declaración realizada sobre las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) generadas, es coherente, transparente y exacta.
  • Huella de carbono de producto. Este indicador define la cantidad total de GEI generadas en cada etapa del ciclo de vida del producto. Es decir, desde la obtención de las materias primas requeridas hasta que el producto es desechado. En la actualidad, existen varias normativas enfocadas en este aspecto que otorgan certificados medioambientales: ISO 14067, GHG Protocol, PAS 2050, Protocolo Internacional del Vino, etc. Igualmente, se trata de certificaciones de emisiones de GIS por parte de terceros y que pueden ser el punto de partida para obtener otras con mayor beneficio medioambiental. 
  • EU ETS Verificación de emisiones de GEI. El Régimen de Comercio de Derechos de Emisión de la UE (EU ETS) se rige por los compromisos adquiridos al entrar en vigor el Protocolo de Kioto. Las empresas españolas obligadas a cumplir dicha declaración deben garantizar el control eficiente de sus  emisiones, cumpliendo con las pautas establecidas en la legislación vigente. En consecuencia, deben recurrir a un organismo independiente acreditado para que las compruebe. Tras un seguimiento y evaluación rigurosos, el referido organismo emite un informe y dictamen de verificación.

Certificados medioambientales en gestión de recursos

En este ámbito, las certificaciones más destacadas son:

  • ISO 14046 Huella hídrica.​ Precisamente, la huella hídrica es un indicador aceptado mundialmente para medir el empleo de recursos de agua dulce para un determinado propósito. En el caso de un producto, sería el volumen de agua consumido directamente durante su proceso, o indirectamente, en  el transcurso de su cadena de suministro. Para medir este factor, los esquemas de referencia más conocidos son: Water Footprint Network, para calcular y gestionar la huella hídrica, enfocado en cuantificar la cantidad de agua consumida. Por otro lado, está la norma ISO 14046, que evalúa tanto la cantidad requerida como los impactos ambientales vinculados, fundamentado en un análisis del ciclo de vida.
  • ISO 50001 Gestión de la eficiencia energética. Esta es la norma más utilizada en la gestión de la energía empresarial. La certificación ISO 50001 apoya a las organizaciones en la implantación de políticas energéticas y en la correcta administración de los aspectos energéticos que genera su actividad. Para ello, suministra herramientas que permiten identificar las actividades que requieren mayor consumo de energía y aquellas que representan fugas energéticas y económicas. Ya determinados estos factores, las empresas pondrán en práctica un plan para reducir los consumos energéticos de sus instalaciones y sistemas y maximizar la eficiencia energética de estas. 

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Por cierto, entre las medidas del plan de eficiencia energética consecuente con la ISO 50001, puede considerarse el paso al autoconsumo para empresas. En Econiza, tenemos experiencia en el diseño e instalación de  sistemas de energía solar fotovoltaica para organizaciones de diversos sectores. 

Nuestro equipo de profesionales altamente cualificados se encarga de todo el proceso, desde el estudio solar técnico-económico, la instalación y los trámites legales, hasta la monitorización y mantenimiento del sistema, si el cliente lo requiere. Trabajamos con paneles solares y componentes de calidad comprobada para garantizar la máxima eficiencia y ahorro en cada uno de nuestros proyectos.

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